miércoles, 5 de junio de 2013

Un nuevo partido griego propugna la salida del euro de los países del sur de Europa

Dracma 5 Estrellas pretende unir al más del 40% de los griegos a favor del abandono de la moneda única bajo el signo de la regeneración nacional.

La convocatoria de un referéndum sobre la permanencia en el euro y la creación de una alianza monetaria con los países del sur de Europa están entre los principales objetivos de Dracma Movimiento Democrático Cinco Estrellas. El nuevo partido, impulsado por Theodoros Katsanevas, exdiputado del PASOK y profesor de economía de la Universidad de El Pireo, pretende aunar votos de la izquierda y la derecha moderadas, nutriéndose del 42% de griegos que están en contra del euro según los últimos sondeos de Gallup y Public Issue. 


“Nuestro programa para el Grexit [la salida de Grecia del euro] -explica Giannis Karamolengos, de la ejecutiva del partido-, parte de una quiebra controlada, seguida de una vuelta a la divisa nacional, que sería devaluada, y de una renegociación de la deuda a unos niveles del 50-70%”. Después, se trataría de regenerar la base productiva del país, manteniendo controlada la inflación. Los resultados, según el político, consultor de negocios de profesión, se harían esperar de 4 a 14 meses. “La regeneración se produciría gradualmente, a la par que el desplazamiento del consumo hacia la producción interna y la orientación de ésta la exportación. En ese periodo crítico, habría que atender particularmente a las políticas sociales y a los más desfavorecidos.”




En efecto, el conocido ya como Partido del Dracma no pretende emular únicamente el nombre de la formación de Beppe Grillo. Los objetivos representados por las cinco estrellas hacen referencia a la regeneración económica -rechazo al rescate, vuelta al dracma, crecimiento independiente-, pero también a lo que se denomina “dignidad nacional y justicia social” o “socialismo patriótico de rostro humano”. La regeneración, para Karamolengos, debe pasar por una democratización y descentralización genuinas. “Anteponemos el interés general de la nación al corporativismo, valorando el esfuerzo colectivo, la transparencia, la meritocracia y la responsabilidad personal”. El partido se compromete también a introducir controles para combatir la corrupción y mecanismos para agilizar el funcionamiento de la administración y para garantizar la renovación institucional.

A nivel internacional, la formación propone la salida de la Eurozona y el retorno a sus respectivas monedas también para Italia, Chipre, España y Portugal. Estos países son invitados a formar una zona económica autónoma junto con Grecia, por medio de alianzas comerciales y políticas comunes en materia económica. Según el programa de Dracma 5 Estrellas los estados se apoyarían unos a otros “en la negociación de la deuda con los acreedores y la creación de planes de crecimiento y empleo”. Dirigiéndose a los “hermanos españoles”, Karamolengos señala: “a partir de la vieja estratagema “divide y vencerás”, empleada por quienes tienen el poder, debemos aprender que sólo la unidad nos permitirá vencer y erguirnos. No existe otro camino”.

Sin embargo, y aún teniendo en cuenta que hasta las elecciones no se podrá determinar a ciencia cierta el éxito del partido, Dracma 5 Estrellas ha sido acogido con cierto escepticismo, a pesar de su carácter pretendidamente inclusivo. Quienes comparten su rechazo al euro, desconfían del oportunismo político y sobre todo del pasado parlamentario del líder Katsanevas, cuya condición de yerno del exprimer ministro Papandreu no juega precisamente a su favor. Para otros, ya ha pasado el momento de poner en práctica experimentos de dudosa viabilidad. Karamolengos, no obstante, defiende la seriedad de un programa que supone, “la única salida coherente, lógica y sistemática”, basado en “ideas de economistas de prestigio internacional, como Paul Krugman, Hans Werner Zinn, Marcello de Cecco, Zack Sapir o Keneth Rogof. Los demagógicos son quienes critican sin haberse documentado”, añade “y generalmente son azuzados por aquellos que temen ver cómo la indignación de la gente se convierte en una fuerza organizada”.


Proliferación de formaciones anti-euro

En la misma línea del partido, y de carácter igualmente minoritario, se encuentra el Frente Popular Unido, al que pertenece el economista y analista Nikos Kazakis. También la formación Plan B apoya un retorno al dracma, centrándose sin embargo en una reforma democrática que pase por el fin de la financiación a los partidos políticos y la implantación de sistemas de democracia digital directa.

Pero no sólo en Grecia los partidos comienzan a poner las miras en un retorno a su divisa nacional. Paradójicamente, las encuestas ya conceden un escaño en el Bundestag a Alternativa por Alemania, formado por académicos próximos a la democracia cristiana. Y otras voces, como la del histórico dirigente de izquierdas Oskar Lafontaine, se han sumado a la de esta formación, señalando las ventajas de una reintroducción de las divisas nacionales.




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